Era un viernes de noviembre de 1987 por la noche. Carlos manejaba, Felipe era su copiloto, Gálvez y yo discutíamos en el asiento dtrasero sobre algo que ya ni recuerdo, cuando lo impensable sucedió. De manera repentina salieron del radio los acordes del último sencillo de Luis Miguel (si, el mismo que ahora canta boleros y se avergüenza de su pasado "popero"): "Ahora te puedes marchar" y, cuando menos lo pensamos, los cuatro estábamos entonando una canción de la que solíamos burlarnos por pertenecer a ese género tan dadivoso que es "la música para ardidos". Y es que en esa época cada uno de nosotros tenía razones, y de sobra, para dedicársela a alguien.
No obstante ello, dos años después me llevaría una sopresa muy grata cuando escuché la versión en inglés. Su título era "I only wanna be with you", la interpretaba la inglesa Samantha Fox y los arreglos eran más pegajosos que los de Luismi. Lo importante aquí es señalar que con ella hice dos grandes descubrimientos.
El primero es que la canción tenía una historia que se remontaba a 1963 cuando Mike Hawker e Ivor Raymonde la compusieron para la cantante británica Dusty Springfield, pero el éxito fue tal, que no tardaron en salir nuevas versiones de la misma. Así, y sólo para citar algunos ejemplos, en esa misma década, el grupo Les Surfs, sacó una versión en español que ejercería una gran influencia en la de Luis Miguel; mientras q, seue en 1976 lo hizo el grupo escocés Bay City Rollers y en 1979 la banda The Tourists (con los geniales Annie Lenox y Dave Stewart).
El segundo hallazgo que hice fue más revelador pues más allá de compartir acordes, las interpretaciones en inglés y en español nada tienen que ver. La primera habla de amor y entrega, la segunda de rencor y deasamor; en el cóver de Fox se acosa a la pareja, se le amenaza con convertirse en su sombra; en el de Luismi impera el desdén y se le dice a la expareja que se está mejor sin él. En otras palabras, la sajona está pensada para amar, mientras que la mexicana fue concebida para "apagar el ardor". Pocas veces una canción ha tenido dos versiones tan contrarias.
Y es justo por esta misma razón que resulta absurdo, además de innecesario, comparar las versiones para decidir que cuál es la mejor. Claro está que si alguien me preguntara al respecto no dudaría en elegir a Samantha Fox, cante lo que cante.