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domingo, 9 de octubre de 2011

De música, amor y ardor

Que hay vínculos entre el amor y la música, nadie lo niega. Compositores y músicos han creado bellísimas canciones inspirados por el amor, uno de los más sublimes sentimientos que cualquier ser humano puede sentir. Los filósofos y los científicos tampoco se han quedado atrás pues desde la antiguedad, y hasta nuestros, días han dedicado estudios sesudos para definirlo y para desentreñar los místerios de su química.

Arte y pasión van de la mano, es cierto, pero también lo es el hecho de que esta relación posee un lado obscuro: el del ardor. ¿Qué pasa cuando la música se convierte en manifestación del desamor? ¿Qué sentimiento es más fuerte, el amor o el despecho? Depende de lo dolido que esté uno.

Debo confesar que el género, subgénero, debo corregir, dela "música de ardido" es uno de mis favoritos. No hay nada como tener una herida de amor para escuchar en palabras de otro lo que se quisiera decir a la otrora amada, y ahora causante de nuestro ardor. Creo que es de las pocas ocasiones en las que lo que importa es la letra y no la música.
¡Cómo no nos va a levantar la moral saber que hay otros más jodidos pero que, a diferencia de nosotros, tienen el ingenio y los medios para ponerlo en evidencia con elegenacia, en algunos casos, o con un grafismo delirante en otros!  Lo bello, además, es que se trata de un acto de gran generosidad que lo podemos encontrar en la música ranchera, el pop, el rock, el heavy metal, etc.

Es así como por unos instantes nuestro dolor se convierte en ardor y nos terminamos por convencer que todas las nujeres son igual de malas e interesadas como aquella que nos rompió el corazón, damos la razón al "genio" que creó el refrán de "a las mujeres ni todo el amor, ni todo el cariño" y asumimos -más por fe que por razón- que ellas son las perdedoras por abandonar a buenos partidos como nosotros.

A continuación comparto con ustedes mi "top 5" de canciones de ardido; labor que resulta hasta cierto punto difícil por la gran cantidad y variedad de piezas que conforman este subgénero música,

1.- Kaos La planta



2.- Luis Miguel. Ahora te puedes marchar



3.- Rostros Ocultos. El final



4.- J. Gellis Band. Love Stings



5.- José Alfredo Jiménez (el "Freud mexicano"). No volveré (interpretado por Antonio Aguilar)


Como la presente no es una lista final, queda abierta para aquellos atentos lectores que quieran sugerir más temás para complementarla...

jueves, 23 de julio de 2009

Una canción, dos versiones: ¿Ahora te puedes marchar o I only wanna be with you?

Era un viernes de noviembre de 1987 por la noche. Carlos manejaba, Felipe era su copiloto, Gálvez y yo discutíamos en el asiento dtrasero sobre algo que ya ni recuerdo, cuando lo impensable sucedió. De manera repentina salieron del radio los acordes del último sencillo de Luis Miguel (si, el mismo que ahora canta boleros y se avergüenza de su pasado "popero"): "Ahora te puedes marchar" y, cuando menos lo pensamos, los cuatro estábamos entonando una canción de la que solíamos burlarnos por pertenecer a ese género tan dadivoso que es "la música para ardidos". Y es que en esa época cada uno de nosotros tenía razones, y de sobra, para dedicársela a alguien.

No obstante ello, dos años después me llevaría una sopresa muy grata cuando escuché la versión en inglés. Su título era "I only wanna be with you", la interpretaba la inglesa Samantha Fox y los arreglos eran más pegajosos que los de Luismi. Lo importante aquí es señalar que con ella hice dos grandes descubrimientos.

El primero es que la canción tenía una historia que se remontaba a 1963 cuando Mike Hawker e Ivor Raymonde la compusieron para la cantante británica Dusty Springfield, pero el éxito fue tal, que no tardaron en salir nuevas versiones de la misma. Así, y sólo para citar algunos ejemplos, en esa misma década, el grupo Les Surfs, sacó una versión en español que ejercería una gran influencia en la de Luis Miguel; mientras q, seue en 1976 lo hizo el grupo escocés Bay City Rollers y en 1979 la banda The Tourists (con los geniales Annie Lenox y Dave Stewart).

El segundo hallazgo que hice fue más revelador pues más allá de compartir acordes, las interpretaciones en inglés y en español nada tienen que ver. La primera habla de amor y entrega, la segunda de rencor y deasamor; en el cóver de Fox se acosa a la pareja, se le amenaza con convertirse en su sombra; en el de Luismi impera el desdén y se le dice a la expareja que se está mejor sin él. En otras palabras, la sajona está pensada para amar, mientras que la mexicana fue concebida para "apagar el ardor". Pocas veces una canción ha tenido dos versiones tan contrarias.

Y es justo por esta misma razón que resulta absurdo, además de innecesario, comparar las versiones para decidir que cuál es la mejor. Claro está que si alguien me preguntara al respecto no dudaría en elegir a Samantha Fox, cante lo que cante.