Visto el tema de la música y de los "looks" de los cantantes, no puedo dejar de hablar de la ropa. ¡Vaya dolor de cabeza implicaba estar a la moda, más aún por lo cambiante que era!
Algo que recuerdo con claridad fue el tema de los colores de la ropa. Hubo un tiempo en que éstos eran tan descaradamente chillantes que muchos les llamábamos chígamelasretinas. Si ya en la sombra resultaban molestos, verlos cuando caía el sol a plomo era un atentado contra la vista, una verdadera invitación a quedar ciego. Sin embargo, lo peor fue que una vez que me empecé a acostumbrar a este exotismo, la moda dio un giro de ciento ochenta grados al imponerse los colores pastel.
Recuerdo que era el tiempo en que estabanen voga los aerobics -vaya un abrazo para Chuck- y que éstos marcaron la moda femenina con los famosos "calentadores", una especie de calcetas abiertas por arriba y abajo que se ponían en las piernas para cubrir las espinillas. Las chicas se veían extrañas, hay que decirlo, si bien creo que era una cuestión relacionada más con estética, pues en poco tenía que ver con tener frío o calor.
Los chicos no nos quedábamos atrás. Muchos recordarán la costumbre de ponernos un chaleco acolchonado encima de la chamarra, sin importar que nos encontráramos a cientos de kilómetros del charco más cercano. A fuerza de ser sincero, debo confesar que aquello tenía lo mismo de "in" que de ridículo. ¡Y qué decir de esos jeans de tubo -herencia directa de los temibles años setenta- que tenían pequeñas rayas blancas verticales o de aquellos que uno compraba para romperles estratégicamente las rodillas!
Claro está que había opciones para quienes no gustaban del estilo pandrosón y apostaban por un estilo "nice casual". Muchos optaban por vestirse con la firma de moda -Guess-. Una camisa formal, de preferencia a rayas, acompañada por unos jeans formales (si eso puede existir) y un buen par de "topsiders"era el uniforme de much@s. Bastaba ir a un antro de moda para ver una pasarela de clones... si señor.
Visto lo visto, debo reconocer la sabiduría de quien dijo alguna vez que "de la moda, lo que te acomoda".