Los veo en el banco, también en el aeropuerto. Voy al cine y ahí también están al igual que en otros tantos lados más. Me refiero a los "clientes premium", a esos hombres y mujeres a los que les basta presentar una tarjeta para abrir un gran número de puertas.
En México hay bancos que ofrecen un trato preferencial a sus mejores clientes, aquellos que poseen cuentas que rondan los 70,000 o los 80,000 dólares (una bagatela); mientras que las líneas aéreas te dan el privilegio de facturar y embarcar sin las incomodidades de hacer fila o de convivir con la mayoría de los pasajeros.
Advierto que no estoy abogando por un igualitarismo al más puro estilo comunista, pues entiendo que en este mundo quien paga más tiene derecho a recibir más, lo que es en esencia justo. Pero tampoco se puede permitir lo que algunas compañías hace: generar un sentimiento ,en parte de culpa y en otra de frustración, entre los consumidores.
Tal sentimiento se produce al fomentar las comparaciones entre lo que uno tiene y podría poseer de ser "cliente premium". No puede haber más crueldad para un viajero de clase turista que hojear la revista de la líne aérea y leer todas las comodidades propias de la "Bussiness Class" mientras se encuentra sentado en su incómodo y pequeño asiento.
De igual forma, hay hoteles en México que otorgan sus peores habitaciones a los clientes que viajan en paquetes "todo incluído". Al menos esa es la política del NH Krystal de Puerto Vallarta, hotel que discrimina a esta clase de viajeros hospedándolos en la parte más vieja y fea de sus instalaciones, si bien le ofrece la "redención" a través de un pago extra de 100 dólares diarios.
El nuestro es un mundo de locos. Reiteramos constantemente los prinicipios de igualdad y ed justicia al tiempo que nos procuramos hallar los caminos para atisvar y exaltar las diferencias entre los que son o no son premium.
Muy Cierto :S
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